CREATIC - NORMALISTA

En la permanente reflexión del quehacer pedagógico en el aula, se plantea la necesidad de re direccionar la orientación de los momentos pedagógicos asignados a  la educación física, comprendiendo que esta  es base de la formación integral,  y aplicando estrategias pedagógicas que contribuyan a la transformación    y atención de los procesos que antes no se le daban importancia. Se debe promover la inteligencia corporal, enfocándose  al  desarrollo de las potencialidades y habilidades motrices, sin dejar de lado las dimensiones  cognitivas, comunicativas, éticas y estéticas.

 

Es impensable pretender lograr lo anterior si no se propicia  ambientes y procesos adecuados y contextualizados con aprendizajes significativos  para los estudiantes.  Sin duda cabe afirmar que la Educación física  es la disciplina mediadora y el recurso ideal  mediato  para  propiciar estos ambientes desde sus espacios, ya que desde ellos se originan relaciones que le permitirán al estudiante su formación personal. La riqueza en potencia de la Educación física, la recreación y el deporte nace  de la posibilidad de brindar experiencias de aprendizaje que fomenten el desarrollo de acciones psicomotrices indispensables en la formación integral de los alumnos, al tiempo que practique y valore la actividad física como elemento indispensable para preservar  el  cuerpo y la salud. Esta área es indispensable para adquirir hábitos saludables para una condición física  adecuada. También desde la educación física se promueve el desarrollo de las competencias ciudadanas y laborales, se convierte en un recurso eficaz para facilitar las relación, la integración y el respeto, lo que contribuye al desarrollo de valores como la cooperación, la solidaridad.

 

La creación y recreación  a través del juego, permite a los estudiantes, valorar sus costumbres y tradiciones,  desarrollar su imaginación y la capacidad de resolver situaciones problemicas a las que hay que darles respuestas. Es un espacio ideal para  el   fomento del trabajo en equipo y alcanzar metas comunes, se promueven los valores en todos los ámbitos, se aprenden normas de convivencia básicas, como el saber esperar turnos, respetar las diferencias de los demás,  seguir instrucciones, valorar los triunfos y aceptar las derrotas, reconocer las cualidades, fortalezas, debilidades y defectos, la aceptación de sí mismo, el deseo de superación, entre otros.